VIII

"Cuando veas, leas, creas que me quemo como yermo consumado,
y sea ya solo ego flaco lego de poeta amortajado,
que como reverso malo, yelmo lleve de brillo y de verso yerto vierto, muerto erecto lleve mi falo en la mano,
si me hallas malas llamas donde caigo y ya perverso de hiperverso nada extraigo
que ardí dí,
dímelo, y hazlo, favor, por mi,
no me dejes meneando deleitándome en mentir,
no me dejes instalado en sillón desvencijado
con los lados devorado de hedonismo mecanismo
fornicado
y onanismo de mi mismo masturbado
no me dejes en mis manos muerto organismo atisbo de poeta
que a su siesta funesta acuesta y aún a fuerza ya aun penetra a su propio féretro espectro violado,
perforado por un tiempo que di-verso solo soy un ya acabado,
si ardí di,
hazlo, favor por mí.
que yo desista,
que no insista en este asir,
que extasiado de mi mismo soy abismo del que fui
que ya no sirvo decid
que ya es vano
cuando caer mis letras veas, leas, creas y no exista ya elixir en mi existir,
di que ardí
que no resista,
que hallas callos ya mis manos,
que ya estoy eyaculado
, si ardí di
tranquilamente,
que ya no voy como fui
y yo me iré para que digas de mi
que huí como siempre fui,
que Rezgo Reis, de poeta,
no tuvo miedo en morir."

Rezgo Reis

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