"Engalanada como la muerte pura,
la noche en lentejuelas,
escinde, en las estrellas,
sepultura,
dejando de pizarra, negra estela
y en opaca , triste tela,
se desvela
su figura.
En iris blanco, la luna,
azabaches de su pelo sobrevuela,
sobre tierra de aceituna,
cual llora,
tras cebolla,
mi amargura,
de ojo llena
Mas perdida la corola de los soles,
corta rayos de los brillos su melena,
y con falsa muerte alumbra
de faroles,
las aceras.
Ciclos de quitina y caracoles
vueltas espirales,
pilares lares
giraluna y girasoles,
de la noche al día llegan
a remolinos renacidos y albas albas
parto de mil colores
su daga,
haga
de negra maga
mil estertores.
Por ahora de la lasca engalanada
por estrellas hay lentejas
que se alejan
de la noche,
luna curva como plato su mirada
como esquela que anunciara
mil reproches
al menú de triste cena
que hace rato
en la boca y mi zapato
se calzara
en sinsabores.
Cuando de vagina nueva
abra el sol en su cadera sus albores
resucitaran como flores
calaveras
los huesos en azud y de azucenas
en las venas
y en la suela
cual cordones
me ataré con nueva hierba
vieja piedra
corazones.
Epitafio hoy de soles,
haz oscura,
la navaja de la noche
con tu escuálida crisálida hermosura,
que mañana de sol tumba,
tus horrores,
por calores,
hará suya.
la noche en lentejuelas,
escinde, en las estrellas,
sepultura,
dejando de pizarra, negra estela
y en opaca , triste tela,
se desvela
su figura.
En iris blanco, la luna,
azabaches de su pelo sobrevuela,
sobre tierra de aceituna,
cual llora,
tras cebolla,
mi amargura,
de ojo llena
Mas perdida la corola de los soles,
corta rayos de los brillos su melena,
y con falsa muerte alumbra
de faroles,
las aceras.
Ciclos de quitina y caracoles
vueltas espirales,
pilares lares
giraluna y girasoles,
de la noche al día llegan
a remolinos renacidos y albas albas
parto de mil colores
su daga,
haga
de negra maga
mil estertores.
Por ahora de la lasca engalanada
por estrellas hay lentejas
que se alejan
de la noche,
luna curva como plato su mirada
como esquela que anunciara
mil reproches
al menú de triste cena
que hace rato
en la boca y mi zapato
se calzara
en sinsabores.
Cuando de vagina nueva
abra el sol en su cadera sus albores
resucitaran como flores
calaveras
los huesos en azud y de azucenas
en las venas
y en la suela
cual cordones
me ataré con nueva hierba
vieja piedra
corazones.
Epitafio hoy de soles,
haz oscura,
la navaja de la noche
con tu escuálida crisálida hermosura,
que mañana de sol tumba,
tus horrores,
por calores,
hará suya.